jueves, 30 de julio de 2015

Una de reflexión


Cada día te levantas y haces lo urgente, pero no haces lo importante. Cada mañana piensas en lo que tienes que hacer durante el día, pero tal vez te olvides de ti, que eres lo más importante. ¿Cuánto tiempo hace que no te preparas un buen desayuno? ¿que no lees un buen libro? ¿que no vas al cine o comes un buen asado? ¿Cuánto hace que no accionas hacia lo que proyectas desde hace tanto tiempo? Y al otro día, ¿qué haces? te vuelves a levantar, vuelves a hacer lo urgente y nuevamente tú no quedas incluido en los planes. ¿Dónde quedaron tus sueños, tus metas? ¿cuál es el beneficio de vivir a expensas de las demandas de los demás, de satisfacerlas sin separar tiempo para lo que realmente es importante? Una de las cosas que hemos perdido, en esa bendita urgencia por cumplir con lo que se nos pide a diario, es el hábito de apartar el tiempo que necesitamos para capacitarnos y mejorar continuamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página.