- Afrontar un parto e inmediatamente después el cuidado de un peque requiere un enorme esfuerzo físico, mental y emocional. Es normal que existan bajones en los que como madre cree que no puede con todo.
- Tirar para adelante aun cuando no estamos bien por miedo a que
piensen que no somos buenas madres no es bueno ni para la madre ni para el
niño.
- Admitir nuestras limitaciones, reconocer que estamos cansadas,
que el cuidado del bebé nos agobia y nos angustia por la inexperiencia, y sobre
todo, ser capaces de pedir ayuda cuando una situación nos desborda, ayuda a
superar la situación y no nos hace más débiles.
Al contrario, demuestra que somos humanas y sobre todo sensatas.
Al contrario, demuestra que somos humanas y sobre todo sensatas.
Como evitar estos miedos, por lo menos a mi me funciona:
- Empápate de información: Es importante que leas
mucho sobre la lactancia, educación, el sueño de los niños,.. Una forma de
combatir tus miedos es a través de la experiencia de expertos en el tema.
- Apóyate en tu familia y amigos: Ellos seguro que están
encantados de poder ayudarte y a ti te quitarán mucho trabajo de encima
(Ayudarte con las tareas de casa, hacer la compra, etc.).
- Duerme: El descanso es vital en
estos momentos, por eso debes aprovechar los momentos de descanso de tu
pequeño para recuperar horas de sueño.
- Dale el pecho: El mejor regalo que puedes
hacerle a tu pequeño y a ti misma es darle el pecho, y en esto es
fundamental el apoyo de tu pareja.
- No abuses de las visitas: Los primeros días son los más
difíciles, por ser un tiempo de adaptación estarás mucho más
cansada. Y estos son precisamente en los que recibes un mayor número de
visitas de familiares y amigos ansiosos por conocer al nuevo miembro de la
familia.
- Coge a tu bebé en brazos todo
lo que quieras: a ambos os sentará muy bien y todavía es muy pequeño para que puedas
mal criarlo.
- No le dejes llorar: los bebés no necesitan
llorar, si no saber que sus padres están ahí, cuidándole.
- Disfruta de tus momentos: Es importante que también
tengas tus instantes de tranquilidad y relax, y para eso puedes ayudarte
de familia y amigos que cuiden a tu pequeño mientras te das un baño
relajante, por ejemplo.
- El bebé solo te necesita a ti: Hay muchas mamás
primerizas que no dejan de comprarle cosas a su bebé, sin darse cuenta de
que él solo necesita sus brazos, su pecho y ropa. Todo lo demás es
prescindible.
- Comparte experiencias: Habla con otras mamás,
comenta tus dudas y siéntete comprendida con otras mujeres en tu misma
situación.
- Olvídate de tu peso: aunque todas lo hacemos, al
principio no podrás bajar de peso, lo mejor es que poco a poco vallas
adaptando hábitos sanos y hagas ejercicio paulatinamente. Ahora es el
momento de disfrutar de tu bebé.
- Déjate ayudar: No intentes hacer todo tú
sola porque solo conseguirás agotarte.
- ¡No hay prisa!: Dale tiempo a tu pequeño para que
marque su propio ritmo, y no tengas prisa en dejar de darle el pecho,
pasarle a su habitación o quitarle el pañal.
- Boom de hormonas: Con tanto cambio, tu
humor puede ser una bomba de relojería, pero tómalo con calma y no estés
triste, es normal durante las primeras semanas tras el parto. Si tras un
tiempo continúas igual, consúltalo con un especialista.
- Sé fiel a tu instinto: Por muchos consejos que
te den, nadie mejor que tu sabe lo que necesita tu bebé.
Nadie nace sabiendo ser madre, ni hay recetas mágicas que tengan la clave,
pero sin duda estos consejos te ayudarán a disfrutar de esta nueva etapa de tu
vida. ¡Buena suerte!
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